Locuras en una licuadora humana

En este sitio encontrarán alucinaciones, delirios y todo tipo de banalidades creadas por una mezcla de los tornillos que faltan en mi cabeza y una dosis de extranjería inevitable... Ríanse y sepan que todavía existo. NOTA IMPORTANTE: No me hago responsable de palabra alguna publicada en este sitio.

22.11.04


Más siesta Posted by Hello

20.11.04

Siesta Fiesta

Tengo sueño; siempre tengo sueño. Vivo tanto que a veces me es escaso el tiempo de dormir... y lo extraño. Recuerdo aquellas noches en las que cerraba los ojos y los párpados no se separaban hasta sumamente avanzada la mañana. En esa época todavía no se adivinaba el lugar preciso de mis futuras arrugas, días en los que comía como alpinista o luchador profesional. Quisiera volver a lograr dormir así. Dormir mientras abrazo mis almohadas, dormir mientras las sábanas se arrugan, dormir mientras las horas pasan, dormir ausente al mundo, a la noche y la mañana, como si el tiempo no existiera.

Imagina un sábado o domingo por la tarde, caminando sin rumbo bajo el sol, con la fría brisa de noviembre acariciando o azotando tu nariz, tus mejillas y tu frente. Decides regresar a casa y despejar la sala; cubres el suelo de cojines y de mantas, y cierras las cortinas. Enciendes el aparato de música (el que tengas disponible) y tocas música de Múm o Sigur Rós. Te sientas en la esquina izquierda del sofá más amplio, la que da al noroeste de la sala, y enciendes el tercer cigarrillo del día... Ves como llega una pareja y suelta los abrigos en la entrada, y sin dirigirte la mirada se aloja en el suelo y comienzan los besos. Sigues fumando y otras tantas van sumándose al conjunto de individuos en la sala. La luz es tenue. Las burbujas de tu lámpara de lava bailan al ritmo de las manos que tocan los cuerpos más cercanos, por debajo de la ropa, lentamente, pues no hay prisa, no importa el tiempo. Observas e hipnotizas tus sentidos... todas y todos acostados, algunos abrazándose, otros casi repudiándose, y descansan sus pupilas, y en ese instante y los siguientes nada existe más que el ahora que inventan en sus no profundos sueños. Una siesta numerosa, una secta de almas que juntas juegan a olvidar sus miembros en la Tierra, y viajan más allá del universo conocido, y se pierden y se aman y algunas se violan, pero todas alcanzan la más bella libertad, jamás posible de explicar entre carnes y huesos. Apagas tu tercer cigarrillo del día e intentas unirte al partido. Te arropas y sumerges tus deseos en el sueño. Los buscas (a ellos) más acá y más allá; no los encuentras. Pero sigues durmiendo como quien sabe que abandona su casa para siempre.

[Receta para una Siesta Fiesta exitosa:

ß Poco menos de una docena de personas de ambos sexos y preferencias sexuales diversas. Todos los gustos para todos los colores.
ß Consumo previo de alcoholes, estupefacientes o sedantes, o grandes raciones de comida de efecto gastrointestinal moderado.
ß N + 4 almohadas y cojines varios, de plumas y algodón para satisfacer todas las necesidades (siendo N el número de invitados, y siendo 4 el número de cojines y/o almohadas acaparados por el anfitrión, a compartir con quien más agradable se muestre).
ß Dos sofás de no menos de ocho años de uso, preferiblemente de fondo roto para que se pueda comprobar lo mucho que han vivido.
ß Tres o cuatro colchas al estilo “cárcel” fáciles de transportar y doblar.
ß Sábanas al gusto (aunque haya calefacción) para aquéllos que deseen ocultar la ubicación de sus manos.
ß Una decente selección de música ambient en la que debe encontrarse por lo menos “Elevator Heat” de Nancy Wilson (Soundtrack de Vanilla Sky) y cualquier pieza de Morcheeba.
ß Una vela con aroma a vainilla en cada esquina del salón y otras tantas en el mueble próximo a la pared (siempre habrá un mueble en alguna pared de la sala).
ß Cortinas en las ventanas.
ß Ningún compromiso entre 14 y 20 horas del día en cuestión.]

Abro los ojos y algunas de las velas ya se han extinguido. Todos siguen en sus lugares originales, aunque las posiciones han variado un tanto. Otra pareja se besa; al no estar despierto del todo, no logro distinguir quiénes son. No sé si son sólo chicas, sólo chicos o una mezcla de ambos, pero no me importa. Cierro los ojos de nuevo y recuesto mi cabeza junto a la de la chica que duerme a mi lado. Mordisqueo su oreja derecha y siento cómo se retuerce sin despertarse, como si presenciara una sesión pasional o una tarde de juego con su perro en el patio. Intento dormir de nuevo sin lograrlo. Pienso que otro cigarrillo me apetece. Me pongo de pie y, en puntillas, atravieso el salón y tomo una de las pocas velas que aún permanecen encendidas. Me siento y dejo que la vela queme el tabaco cancerígeno que como humo llenará mis ya destrozados pulmones. Ha sido una velada exitosa.

Los invitados se despiertan uno a uno. Los que no se conocen se presentan y comparten algunas palabras por compromiso, otras por interés. Todos se despiden y se retiran pues el día termina pero la noche comienza, junto con una nueva sesión de mala vida. Cierro la puerta detrás del último en partir. Vuelvo al sofá más amplio y me siento en la esquina que da al noroeste de la sala y pienso que tengo sueño. Siempre tengo sueño.

14.11.04

Tetralogía Biográfica De Una Bestia

I. Día cero

Inmaculada concepción por obra y gracia
De almas en puro éxtasis imberbe,
Un error; más cifras a la superpoblación;
Otro en el censo de mortales
O uno menos en el mundo de inmortales.

Escupido del edén, formando parte de la gleba,
Hice mi entrada triunfal
Para ser uno más del escombro celestial
Con único propósito: a la luz servir
Sin opción de desistir.

Deslices educacionales,
Quizás apoyos clandestinos
Propiciaban rebeldía y aversión a paradigmas
Haciéndome profano,
O así creyeron… “ilusos”.

Privado en voz y voto nunca estuve,
Aunque presencié censuras vivenciales
Que arraigaron mis instintos y creencias;
Necesidades primordiales
En sus orígenes atascadas
Por polígonos mentales.

Etapas rápidamente quemadas
Provocan prematura madurez
Mas dejan vacíos, brechas generacionales,
Intelectos añejos no destapados
Y luego la explosión.

‘Nacen niños, mueren bestias… la vida nos transforma, nos obliga a arañar, no a perdonar’


II. Ayer

Una lágrima cae sobre mi rostro
Turbia, triste, sola
Se desliza, me bordea suavemente
Complaciente a una desdicha superada.

Turbia pues arrastra un cruel resentimiento,
Un dulce anhelo, gran deseo
Por dar marcha atrás pero cede
E intenta evaporarse
Y como última en el llanto
Debe el pasado borrar.

Triste porque todo ha terminado
Lo que fue está olvidado
Y la nostalgia la hunde en infinito dolor,
Siendo yo el que carga con el peso
De una inmunda conciencia,
Devastada esperanza y risa revertida.

Sola en un abismo interminable,
Dice estar extinta y se engaña,
Reconoce vienen miles
Pero en indefinido tiempo;
Es responsable de promesas inciertas,
Abre y cierra puertas…
Punto medio de fases paralelas
Que obligan a seguir madurando.

Ganas de orinarme en el ayer
Pero alzar en un altar el día antes
Pues en una cúspide se está,
Y al minuto bajo tierra
Sin en cuenta haber caído.

‘El pasado es un estado mental, una ilusión, un pretexto para opacar la oscuridad del presente’


III. Hoy

Por un pórtico entreabierto
Veo escaparse mi escasa lucidez,
La añoro, la deseo de vuelta
Y a la vez la aborrezco,
No la quiero más
O no la puedo controlar
En el laberinto de mis sueños.

Corro en búsqueda de sensatez
Una cordura que me intriga
Porque me hace desgraciado
Pero me permite vivir,
Y me pierdo divagando, delirando
Miro de arriba a abajo un punto imaginario
Sin pensar.

Tengo instantes de proezas inauditas
Momentos en que como impuro humano
Brillo, y un suspiro ajeno me acompaña
Eternamente descubriendo un niño
Que enterré pero aún vive,
Y salto, y río, y juego
Dejando atrás un pretérito marchito.

Como autómata vuelvo a mi costumbre,
Pierdo aquel brillo de jovial inspiración
Y caigo nuevamente en mi miseria desquiciada
De punzantes conmociones y desequilibrios emocionales.

Sigo así hasta el estremecimiento,
Pienso en lo que hasta el momento he vivido,
Y sin importar los obstáculos, admito
Ha valido la pena.

‘Vivo sólo el momento pues es mi única posesión, lo único que tengo, lo que define mi vida’

IV. Siempre

Completamente sobrio en las entrañas,
Aturdido pero ebrio en las cobijas,
Quebraré linderos, grabaré mi huella
En lo más profundo, en lo oculto.
Para siempre y por siempre seré el mismo.

Dejaré orgullosamente mi genética imperfecta,
Una continuación de la raza
Propagándose así una fuerte estirpe
Y una ilusión de dimensiones infinitas
Desplazará mi único juicio
Haciéndome un ente mortalmente feliz.

En un baúl quedará sellado de por vida
El último rastro de mi lúcida conciencia,
La pizca que me queda, quemada, desvanecida,
Volando en un soplido de humo cancerígeno…
Yo intrigado, estupefacto, pero a gusto.

Poco a poco, cual vil tortura,
El alma de uno más
Hará que haya uno menos
E irónicamente vivirá en millones
Pues la muerte no es más que misma vida
Repartida en otros para el propio descanso.

Y un aura de locura
Que siempre hubo de ser mi compañera
Permanecerá impregnada como cicatriz
En las mentes de éstos y de aquéllos;
Una humilde e inocente maldad
Del que en compañía vivió
Cien años de soledad.

‘Un niño nació, una bestia murió, pero vivió el presente sin dejar sobre la Tierra tarea pendiente’

(Escrito por mí entre 1998 y 1999.)

10.11.04


Cigars @ an English Pub Posted by Hello

Boletín Informativo 004: God save the Queen!

Cuando oigo, leo o pienso en las palabras Reino Unido, ciertas ideas me vienen a la cabeza, como: Meca del Primer Mundo, Decadencia Utópica, Sexo-Drogas-Rock 'n Roll (o Electrónica, dependiendo del gusto), Hooligans, Fish 'n Chips, Autobuses de Dos Pisos (con el guía en el lado derecho y conduciendo en el carril izquierdo), The Beatles, y una lista interminable de conceptos vanguardistas o, por lo menos, no minimalistas. Nadie se imagina que un británico cosmopolita, acostumbrado al tráfico de extranjeros 24/7, caería en el acto más ordinario que un humano pueda cometer: Aplaudir luego del aterrizaje de la aeronave en la que se está a bordo.

No quiero menospreciar el tercermundismo dominicano, pero con los años he podido percibir que sólo en un vuelo en el cual el pasajero promedio es capaz de portar en su equipaje de mano una gallina viva, un locrio de arenque, salami de mallita y/o una botella de Brugal Carta Dorada (a beber durante el vuelo "a pico de botella" y ofrecer más de una vez al desconocido de al lado, siempre con una respuesta negativa), se escucha en coro una algarabía desconcertante inundada de aplausos forzados pero sinceros, cuando el avión toca tierra... La ruta SDQ-JFK-SDQ se presta más a esta situación que cualquier otra. La única excepción que podría citar (fuera del subdesarrollo) es el caso de los italianos: caso aislado de europeos que rayan en el ya citado tercermundismo.

Vuelo 7104 de EasyJet, salida estimada de Madrid a las 17:15 y llegada, también estimada, a Liverpool a las 18:55 (hora local). Como una nota aparte, volar en una aerolínea de descuento es una experiencia interesante para quienes tenemos la costumbre de que la única opción de salida de RD (o casi) es American Airlines, quien con un servicio deplorable y empeorando, por lo menos ofrece refrigerios complementarios, asientos asignados, entretenimiento a bordo y una flota variada de aeronaves (no tocaré ese tema debido a su relativa profundidad). En EasyJet hay que llegar temprano pues, si bien es cierto que, en el peor de los casos, ninguna línea aérea espera a nadie, llegar algo tarde en este caso representa entrar de último y, así como First come - First serve, del mismo modo Last come - Get the fucking worst seat in the plane. Vulgarmente hablando, los mejores asientos (ventanas y pasillos) son ocupados "a la garata con puño", y en una lata de sardinas como los 737-300s especialmente equipados para que llenos no quepa en ellos ni la menor duda, sentarse en uno de los asientos centrales en un vuelo de más de una hora no es una experiencia nada agradable. Cerrando el paréntesis, aterrizar en Inglaterra asusta, pues la niebla que cubre la zona durante más de 40 semanas al año (me imagino), no permite ver claramente los objetos a distancia. Quizás será por este hecho que aquellos ingleses aplaudieron con tal emoción al saber que habían sobrevivido un aterrizaje más en su país natal. El término Aterrizaje con Instrumentos aplica en este caso (y en casi todos los aterrizajes británicos), pero tampoco tengo ganas de tocar este tema.

En Inglaterra llueve, no se come muy bien (excepto en los restaurantes extranjeros, y no en todos), se bebe cerveza con sabor a orina (de nuevo, exceptuando las extranjeras, y no todas), llueve un poco más, y se conduce en el carril izquierdo. Los locales comerciales cierran muy temprano, los domingos no se vende alcohol luego de las 22:30, una cajetilla de cigarrillos cuesta el equivalente a RD$350, es muy raro ver servilletas en los locales de comida rápida, y se bebe té con leche... El té con leche me gustó (sin azúcar), por lo que traje conmigo una caja de auténtico té británico, con 80 sobrecitos. La caja dice que una proporción moderada de té diaria es de unas seis tazas. En realidad, no pude vivir en un 100% la experiencia británica pues no comí Fish 'n Chips, que no es más que pescado frito con papitas, ni tampoco pude montarme en el asiento izquierdo delantero de un auto (obviamente, sin el guía en frente). Manchester me gustó bastante, y puede que sea mi próximo destino como residente.

Sin más, me despido.

9.11.04

La gordura coge peso y les cuesta mucho dinero a las aerolíneas

El sobrecosto de mover personas obesas fue de 275 millones de dólares en el año 2000, dice un estudio de las empresas aéreas.

La obesidad en Estados Unidos llega cada vez más lejos o, en este caso, más alto: un nuevo estudio revela que las aerolíneas gastan más combustible por culpa del sobrepeso, lo que se traduce en más polución y peores precios. Ser gordo tiene consecuencias imprevisibles: además de incrementar la tensión arterial o el nivel de colesterol, la obesidad contamina. A esta conclusión han llegado los investigadores de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

El informe, publicado en el Diario Médico de Medicina Preventiva, indica que los estadounidenses han acumulado como media cinco kilos adicionales en los últimos diez años. Esto constituye un sobrepeso considerable que obliga a las aerolíneas a emplear más combustible, lo que se traduce en un aumento de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases contaminantes. En concreto, los kilos de más o la 'adiposidad adicional', como lo llama el CDC, supusieron en 2000 un gasto extra de cerca de 275 millones de dólares. Este dinero, como es de suponer, termina por afectar los bolsillos de los consumidores, ya que obliga a las compañías a subir las tarifas de los billetes de avión.

Esta es la más reciente noticia sobre las consecuencias de una epidemia que alcanza al 64 por ciento de la población estadounidense, según el Instituto Nacional de la Salud, que define la obesidad como sobrepeso de más de catorce kilos para las mujeres y entre 15 y 18 para los hombres. La Administración Federal de Aviación ya agregó a mediados del año pasado cinco kilos a la media de peso por pasajero, para calcular la carga que pueden llevar los aviones. Lo hizo tras un accidente en Carolina del Norte motivado por un problema de peso y distribución de la carga. El problema es que es sencillo calcular el peso de los equipajes, pero colocar en la balanza a los pasajeros regordetes no sería delicado. Algunas aerolíneas ya plantearon en su día la idea de cobrar un plus a los obesos por ocupar dos asientos, pero las numerosas asociaciones de defensa de los gordos que hay en este país sacaron las uñas ante la idea. La Asociación Nacional Para Proteger la Aceptación de los Gordos (Naafa, se enzarzó el año pasado en un pelea contra Southwest Airlines, con sede en Dallas (Texas), cuando la aerolínea requirió que los gordos comprasen dos asientos para no incomodar al acompañante.

Andrew Dannenberg, coautor del estudio, señaló que el objetivo es llamar la atención sobre las repercusiones de la epidemia. El hecho de que las aerolíneas tengan que gastar más combustible, dijo el médico, "es una consecuencia inesperada". Inesperada y grave, según Jack Evans, portavoz de la Asociación de Transporte Aéreo de E.U, quien recordó que cada kilo de más incrementa el consumo de combustible y que, por esta razón, las aerolíneas reemplazaron años atrás los cubiertos de metal por otros de plástico y se deshicieron de las revistas pesadas.

Las docenas de dietas -como la Atkins o la South Beach-, pastillas y demás remedios más o menos milagrosos no han impedido que el porcentaje de estadounidenses con sobrepeso se multiplicase en los últimos años. El problema ha alcanzado tales proporciones que un informe reciente de las autoridades sanitarias recomienda que las pólizas de seguros médicos incluyan procedimientos quirúrgicos para reducir el tamaño del estómago.

Pero lo peor podría estar por llegar, ya que los expertos indican que los humanos tienden a ser cada vez más grandes y, por lo tanto, más difíciles de elevar por las alturas.

Artículo de www.portafolio.com.co

1.11.04


La vie est dure Posted by Hello

Arte Posted by Hello

Caminando en Bruselas con María del Mar Posted by Hello

Boletín informativo 003: Mejoras en la cocina y otras historietas

1:45 a.m. La hora cambió anoche. (Sólo a Hipólito se le ocurre cambiar la hora en RD... imbécil.) Llegué hace unas horas de Bruselas y debo admitir que se siente extraño regresar a casa, no regresando verdaderamente a casa... o sí. Minuto de filosofía barata.

Todavía me impresiona saber cómo personas que conozco (cuyos nombres me reservo porque sí) rallando la tercera edad con 40s bastante avanzados, son capaces de salir a la calle, regresar para bañarse y luego presentarse en una reunión de negocios y ser los participantes más productivos. Es realmente admirable... Partiendo de este comentario creo poder decir que mi resistencia a la mala vida se ha incrementado notablemente pues de miércoles a domingo me la pasé en un mismo trip alcohólico (buscando glamour en el término "jumo") sin resaca ni crisis de identidad. Sin embargo, pues todo tiene un pero, no soy capaz de prestar atención a algo por largos períodos si no he dormido más de tres horas y menos luego de varias botellas de vino y cerveza.

Resulta que mi viaje a Bruselas tenía como fin principal asistir a una conferencia de operaciones aeroportuarias en la Unión Europea, de miércoles a viernes. Lugar: Parlamento Europeo; feeling del lugar: 10/10; costo por asistir al evento: zilch (aparte del fuerte consumo etílico, de papas fritas y chocolate). Miércoles y jueves, aunque no logré hacer contactos por la escasez de españoles, aproveché bastante el evento, tomé muchas notas e incluso osé pensar en la posibilidad de hacer una pregunta (idea que desapareció rápidamente). El jueves, con menos de 10 horas de sueño acumuladas en dos días, salimos a beber (con Antoine, mi hermanito belga) a un local bastante interesante en el que universitarios beben cerveza sin compasión, tiran los vasos plásticos con los fonditos, bañando a los demás y dejándolos con un rico olor a cebada fermentada. Me dicen que no es raro ver a los borrachos orinando en las esquinas o encima de la gente... no tuve la dicha de presenciar aquello. Tiré cerveza al aire, bebí y di muchos brincos... claro, dormí menos de cuatro horas. Resultado: me desperté a tiempo, llegué a la conferencia limpio y fresco, me senté en mi sillón, y sólo recuerdo haberme parado al coffee break. De cuatro charlas, no vi ninguna; me dormí.

Aparte de esta travesía; de perderme los museos que quería ver por no levantarme a tiempo el sábado; de haberme puesto malo de la barriga por un kebab cuya carne de cordero tenía un aire de no estar muy fresca, teniendo la ingestión de dicha delicia culinaria resultados bastante palpables; no hice más que caminar, beber y comer con mi primita querida María del Mar, a excepción de que (con su ayuda) cociné a toda su familia belga pues la primera noche, borracho, aparentemente sugerí que cocinaría en el fin de semana. Señores, si han leído los boletines anteriores, sepan que un nuevo Sebastián ha nacido: he quedado estupefacto con lo buena que me quedó esa comida. El menú consistió en un arroz con maíz y puerro, tomates al horno con pesto y queso emental, pollo con piña y zanahorias, y fritos maduros, gracias a sugerencias y consejos de Doña Estela (abuela de María) y mi madre. Ni el desastre que dejé en la cocina es comparable con la calidad de lo que serví hoy a medio día... todavía no me lo puedo creer. Sí, María me ayudó bastante, pero (sin quitarle el crédito que se merece) las decisiones e improvisaciones fueron dirigidas por mí. Después de todo, cocinar cuando no es obligado, es realmente agradable. Hay quienes dicen que cuando la mujer cocina es deber/oblicagión, y cuando el hombre cocina es arte (o algo así). Me pregunto si debo hacer caso a una declaración tan machista como ésa.

Amistades peligrosas y no peligrosas, queridos y queridas, no quiero contarles más nada. Algunos de ustedes me hacen bastante falta, otros no tanta o ninguna, pero de todos modos doy un beso a todos.

Esperen más, pronto.