Locuras en una licuadora humana

En este sitio encontrarán alucinaciones, delirios y todo tipo de banalidades creadas por una mezcla de los tornillos que faltan en mi cabeza y una dosis de extranjería inevitable... Ríanse y sepan que todavía existo. NOTA IMPORTANTE: No me hago responsable de palabra alguna publicada en este sitio.

14.11.04

Tetralogía Biográfica De Una Bestia

I. Día cero

Inmaculada concepción por obra y gracia
De almas en puro éxtasis imberbe,
Un error; más cifras a la superpoblación;
Otro en el censo de mortales
O uno menos en el mundo de inmortales.

Escupido del edén, formando parte de la gleba,
Hice mi entrada triunfal
Para ser uno más del escombro celestial
Con único propósito: a la luz servir
Sin opción de desistir.

Deslices educacionales,
Quizás apoyos clandestinos
Propiciaban rebeldía y aversión a paradigmas
Haciéndome profano,
O así creyeron… “ilusos”.

Privado en voz y voto nunca estuve,
Aunque presencié censuras vivenciales
Que arraigaron mis instintos y creencias;
Necesidades primordiales
En sus orígenes atascadas
Por polígonos mentales.

Etapas rápidamente quemadas
Provocan prematura madurez
Mas dejan vacíos, brechas generacionales,
Intelectos añejos no destapados
Y luego la explosión.

‘Nacen niños, mueren bestias… la vida nos transforma, nos obliga a arañar, no a perdonar’


II. Ayer

Una lágrima cae sobre mi rostro
Turbia, triste, sola
Se desliza, me bordea suavemente
Complaciente a una desdicha superada.

Turbia pues arrastra un cruel resentimiento,
Un dulce anhelo, gran deseo
Por dar marcha atrás pero cede
E intenta evaporarse
Y como última en el llanto
Debe el pasado borrar.

Triste porque todo ha terminado
Lo que fue está olvidado
Y la nostalgia la hunde en infinito dolor,
Siendo yo el que carga con el peso
De una inmunda conciencia,
Devastada esperanza y risa revertida.

Sola en un abismo interminable,
Dice estar extinta y se engaña,
Reconoce vienen miles
Pero en indefinido tiempo;
Es responsable de promesas inciertas,
Abre y cierra puertas…
Punto medio de fases paralelas
Que obligan a seguir madurando.

Ganas de orinarme en el ayer
Pero alzar en un altar el día antes
Pues en una cúspide se está,
Y al minuto bajo tierra
Sin en cuenta haber caído.

‘El pasado es un estado mental, una ilusión, un pretexto para opacar la oscuridad del presente’


III. Hoy

Por un pórtico entreabierto
Veo escaparse mi escasa lucidez,
La añoro, la deseo de vuelta
Y a la vez la aborrezco,
No la quiero más
O no la puedo controlar
En el laberinto de mis sueños.

Corro en búsqueda de sensatez
Una cordura que me intriga
Porque me hace desgraciado
Pero me permite vivir,
Y me pierdo divagando, delirando
Miro de arriba a abajo un punto imaginario
Sin pensar.

Tengo instantes de proezas inauditas
Momentos en que como impuro humano
Brillo, y un suspiro ajeno me acompaña
Eternamente descubriendo un niño
Que enterré pero aún vive,
Y salto, y río, y juego
Dejando atrás un pretérito marchito.

Como autómata vuelvo a mi costumbre,
Pierdo aquel brillo de jovial inspiración
Y caigo nuevamente en mi miseria desquiciada
De punzantes conmociones y desequilibrios emocionales.

Sigo así hasta el estremecimiento,
Pienso en lo que hasta el momento he vivido,
Y sin importar los obstáculos, admito
Ha valido la pena.

‘Vivo sólo el momento pues es mi única posesión, lo único que tengo, lo que define mi vida’

IV. Siempre

Completamente sobrio en las entrañas,
Aturdido pero ebrio en las cobijas,
Quebraré linderos, grabaré mi huella
En lo más profundo, en lo oculto.
Para siempre y por siempre seré el mismo.

Dejaré orgullosamente mi genética imperfecta,
Una continuación de la raza
Propagándose así una fuerte estirpe
Y una ilusión de dimensiones infinitas
Desplazará mi único juicio
Haciéndome un ente mortalmente feliz.

En un baúl quedará sellado de por vida
El último rastro de mi lúcida conciencia,
La pizca que me queda, quemada, desvanecida,
Volando en un soplido de humo cancerígeno…
Yo intrigado, estupefacto, pero a gusto.

Poco a poco, cual vil tortura,
El alma de uno más
Hará que haya uno menos
E irónicamente vivirá en millones
Pues la muerte no es más que misma vida
Repartida en otros para el propio descanso.

Y un aura de locura
Que siempre hubo de ser mi compañera
Permanecerá impregnada como cicatriz
En las mentes de éstos y de aquéllos;
Una humilde e inocente maldad
Del que en compañía vivió
Cien años de soledad.

‘Un niño nació, una bestia murió, pero vivió el presente sin dejar sobre la Tierra tarea pendiente’

(Escrito por mí entre 1998 y 1999.)

0 Comments:

Post a Comment

<< Home