Masturbación a distancia, placer por correspondencia, besos telegrafiados, caricias mediante señales de humo… Suena descabelladamente apetecible (y asfixiantemente repugnante) el querer y ser querido a muchos pensamientos de distancia.
Qué: intercambio telepático de sensaciones amorosas.
Quién: tú y yo, ellos, ustedes, aquéllos, depende…
Cuándo: en periodos intermitentes pero programados.
Cómo: con pasión desenfrenada por razones obvias.
Dónde: he aquí la problemática bifurcación del contexto.
"¿Cómo quieres que te bese el cuello, te lama pegajosamente la cara, o succione cada uno de tus dedos, cuando sólo puede atestiguar mi desnudez esta pantalla de plasma?" Es curioso como las sensaciones son tan fuertes, como logran drenar toda mi energía cada vez que forzosamente las experimento, como descubren ese yo a medias que tanto deseo lejos de tus brazos pero cerca de tus pensamientos.
Horas vivas y horas muertas, soles, lunas, lluvia y una que otra nube. Pasan, nos hablan y siguen sus respectivos rumbos. No nos damos cuenta de que la vida nos saluda y acaricia nuestras pieles, y la ignoramos al golpear constantemente nuestros dedos contra un panel plástico que pretende traducir aquellos tan profundos pensamientos, que a menudo son malinterpretados, y demuestran finalmente que nadie nos conoce.
2 Comments:
At September 12, 2005 12:57 AM, ana rima con banana said…
esapto. como consecuencia de la 'tecnología' muchos hemos sido 'virtuales virtuosos'. avance?
At September 19, 2005 9:54 PM, the ladybug transistor said…
la que más me gustó fue el donde. realmente he aquí el problema...aqui pero allá pero como asi?
god bless/fuck the internet
(siguiendo con el tema de las bifurcaciones...)
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