Locuras en una licuadora humana

En este sitio encontrarán alucinaciones, delirios y todo tipo de banalidades creadas por una mezcla de los tornillos que faltan en mi cabeza y una dosis de extranjería inevitable... Ríanse y sepan que todavía existo. NOTA IMPORTANTE: No me hago responsable de palabra alguna publicada en este sitio.

22.7.05

Guarrerías nocturnas


Te miras al espejo y no ves más que grasa sudorosa y una cara de asco. Hace ya unos meses que comenzaste a perder el pelo de la cabeza y a multiplicársete en las orejas. Conoces todas las marcas de pasta dental y desodorante. El hilo dental no es lo suficientemente resistente como para recorrer los pasillos entre tus dientes. Destrozas los cortaúñas y las medias. Transpiras como cerdo enjaulado a medio día. Estás a punto de perder el tabique gracias a la farra y a las malas noches… solo o mal acompañado. Te masturbas tres veces al día con porno de bajo presupuesto y el recuerdo de imágenes de revistas que ojeas en los quioscos del centro. A propósito, hace años que no te ves el pene desde las alturas… Una vez intentaste maquillarte y parecías un payaso en paro. Tienes tatuado en la espalda el nombre de un transexual que te pidió le trataras bien pues tenía la regla aquella noche. El insomnio te va consumiendo cada día (y noche) más; ahora te encuentro peor que hace seis meses. Olvidaste la última vez que no sangraste al afeitarte. El dinero que te sobra luego de pagar la renta y el gas lo malgastas en cigarrillos de tabaco negro, vino envasado en cartón, sopa enlatada y substancias ilícitas. Tus vecinos nunca se aprendieron tu nombre. Tus únicos amores siempre han sido productos del celuloide; tus amantes también. Creo que alguna vez tuviste una mascota imaginaria, y ya no vivías en casa de tus padres.

¿Quién gana más si te quitas la vida, tú o el resto de la humanidad?

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